jueves, 19 de noviembre de 2009

No más peleas


Aitor es un chaval de 17 años que estaba continuamente peleándose con su madre; una mañana, harto de tanto discutir, decidió matarla y acabar con esas continuas peleas. Bajó a la cocina y cogió el primer cuchillo que encontró, que resultó ser un cuchillo carnicero; decidió ponerse un pasamontañas para que no lo reconociera. Subió a la habitación de su madre que estaba durmiendo por suerte, entonces empuñó bien el cuchillo y le propinó unas cuantas puñaladas. Más tarde decidió fugarse de su casa, ya que podrían saber fácilmente que él había sido el autor del brutal crimen; para no dejar prueba alguna decidió coger todo lo que pudiera incriminarlo: el cuchillo carnicero, el pasamontañas y las sábanas ensangrentadas. Lo metió todo en una gran maleta junto a un libro de terror por si quería leer un poco, una soga para arrastrar el cuerpo con facilidad y una pala para enterrarlo. Acto seguido cogió la maleta y se fue de la casa en dirección al bosque; allí soltó la maleta, cogió el cadaver, lo cargó en brazos y se dispuso a encontrar un lugar donde poder enterrarlo; para su mala suerte se perdió en aquel inmenso bosque que no conocía y ya nunca más se supo nada de él ni de su madre.


Años más tarde mis amigos y yo fuimos al bosque de excursión con el colegio y, por casualidad, a los pies de un gigantesco árbol y cubierto de hojas secas nos encontramos la maleta y ahí estaban todos esos objetos que Aitor había dejado en su interior: un libro de terror, una pala, una soga, las sábanas ensangrentada, el cuchillo carnicero y el pasamontañas.


Cintia Ropero Gil 2ºA

2 comentarios:

alba dijo...

Me a gustado mucho tu relato sobre todo lo que pasa con la maleta.

Anónimo dijo...

Cintia el relato esta chulisimo me a gustado mucho



xaitoooo
Macarena