Lo que hace a Chocolandia diferente de las otras ciudades es que en vez de aire tiene chocolate. Las onzas de chocolate cubren completamente las calles, las habitaciones están repletas de dulces chocolateados, sobre las escaleras se posan virutas de chocolate. Encima de los tejados una gran tableta de chocolate con leche cubre las casas.
Si los habitantes pueden andar por la ciudad, aun siendo de chocolate, no lo sabemos. Pero estamos seguros de que son felices. Les conviene quedarse quietos y tendidos, pues si salen y hace sol, podrían derretirse. Los lugares están cubiertos de mousse de chocolate. Hay quien dice que la ciudad es un poco peculiar, pero muy dulce. De noche, pegando el oído al suelo, se puede escuchar como las personas más ansiosas de la ciudad, rompen las cañerías a pequeños mordiscos.
1 comentario:
me ha gustado mucho pero se repite muchas veces chocalate adios.
Macarena
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