La ciudad encantada

Lo que hace a Argia diferente de las otras ciudades es que en vez de aire tiene terror. La nieve cubre completamente las calles, las habitaciones están repletas de telarañas de esquina a esquina, sobre las escaleras acecha el áspero jaguar. Encima de los tejados los cuervos graznan su canción.Si los habitantes pueden andar por la ciudad, a oscuras de calle en calle, no lo sabemos. Pero estamos seguros de que si es así los demonios de los infiernos les chuparan el alma. Les conviene quedarse quietos y tendidos, para que no les ocurra nada. Los lugares están encantados. Hay quien dice que hay fantasmas correteando por todos sitios. De noche, pegando el oído al suelo, se escuchan los alaridos de los fantasmas y lobos.