Si los habitantes pueden andar por la ciudad sin alegrarse al pisar esas rimas preciosas, no lo sabemos. Pero estamos seguros de que es casi imposible. Les conviene quedarse quietos y tendidos, hasta que los poemas tristes se alejen de ellos. Los lugares están llenos de palabras. Hay quien dice que por la noche se las puede escuchar, cantando y jugando. De noche, pegando el oído al suelo, se las oye conquistar corazones.
2 comentarios:
Muy bonito Jose Carlos. Besos Almu.
A mi me encantaría vivir en esa ciudad porque me encanta escuchar poemas, pero alegres, bueno, es muy bonito
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