jueves, 10 de diciembre de 2009

Dulcelandia




Lo que hace a Dulcelandia diferente de las otras ciudades es que en vez de aire tiene caramelo. La nata cubre completamente las calles, las habitaciones están repletas de golosinas, sobre las escaleras se posa una nube de algodón. Encima de los tejados se desliza el chocolate.

Si los habitantes que andan por la ciudad son de azúcar, no lo sabemos. Pero estamos seguros de que nadie se iría de allí sin darle un bocado a ningún objeto. A los visitantes les conviene quedarse quietos y tendidos, ya que después de tantos dulces hay que reposar. Los lugares están llenos de un olor delicioso. Hay quien dice que esta ciudad es imaginaria, pero yo estoy segura de que no. De noche, pegando el oído al suelo, se escucha el respirar de los osos de caramelo que fundaron esta ciudad.

3 comentarios:

JOSE CARLOS BARRERO dijo...

valla ciudad wapa no???jajajajaj

Sara dijo...

Que chulo, esta muy bien.

Ángela dijo...

Está muy chulo y lo que más me gusta es que la nata esté por toda la calle puesto que te puedes creer que es nieve, pero templadita jeje