Fuegolandia

Lo que hace a Fuegolandia diferente de las otras ciudades es que en vez de aire tiene fuego. El humo cubre completamente las calles, las habitaciones están repletas de trozos de carbón, sobre las escaleras se posa la fuegoposa (una especie de mariposa con colores rojos y que al volar desprende fuego) . Encima de los tejados, los carboneros, pájaros negros que comen piedras, pero si no hay mucha comida, tragan humo.

Si los habitantes pueden andar por la ciudad, con esa humareda, no lo sabemos. Pero estamos seguros de que tienen que estar ardiendo porque hace mucho calor, como si el sol estuviera pegado a la ciudad. Les conviene quedarse quietos y tendidos, puesto que al moverse aumenta su temperatura y se carbonizan. Los lugares están desolados. Hay quien dice que todo el carbón que hay por las calles son personas quemadas. De noche, pegando el oído al suelo, se escuchan los gritos de la gente pidiendo socorro sin obtener ayuda por no poder moverse.