Una mañana temprano Julián Muñoz después de haber salido de la cárcel, despertó un poco nervioso. Como no tenía dinero, se levantó a desayunar, pero solo tenía un trozo de pan. Nervioso y deprimido se sentó en el sofá a ver la televisión, le dio al botón para encenderla, pero no encendía.En ese momento se dio cuenta de que no tenía luz.
Después del sofocón se fue a comprobar si tenía alguna carta en el buzón y ¡sí! Había una carta que le comunicaba que le cortaban el suministro eléctrico por los impagos. Este suceso fue la gota que colmó el vaso. Agobiado decidió atracar el banco para pagar la luz y todo lo demás. Le pidió aun amigo suyo que le consiguiera una pistola, una careta y una maleta. A cambio tendría que atracar el banco BBVA y le tendría que dar la mitad del dinero, él no tuvo ningún inconveniente.
Julián se dirigió al banco, cuando llegó se hizo pasar por alguien que iba a sacar dinero. Cuando estaba en el mostrador sacó la pistola y le pidió a la cajera que le diera todo el dinero. La cajera estaba metiendo el dinero en la maleta, pero Julián se dio cuenta de que le a la alarma silenciosa, le quitó la maleta de las manos y se fue corriendo. Solo consiguió 3.000 euros.
Decidió no darle nada a su amigo e irse con el dinero. Cogió un tren a Sevilla, en el tren había un guardia de seguridad que sabía lo sucedido. El guardia salió corriendo hacia él, y Julián se fue corriendo, pero con la prisas se dejó la maleta, no había salida así que saltó del tren. Al saltar del tren se rompió una pierna, y a los diez minutos lo arrestaron y lo metieron en la cárcel y así encontré yo la maleta.
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